Son días críticos para los taxistas. A la conmoción que les causó el crimen del chofer Víctor Graneros (asesinado a puñaladas el domingo, en Alderetes), ahora deben sumarle otro violento robo a un compañero, en Villa 9 de Julio.
En reclamo por el homicidio de Graneros, el lunes, los taxistas cortaron tres se los principales accesos en la zona este de la capital. Ayer, tras un nuevo incidente, solicitaron una reunión con el ministro de Seguridad, Claudio Maley. Desde el Sindicato de Peones de Taxis confirmaron que el encuentro se concretará a las 8.30 en las oficinas del ministerio. También estará presente el jefe de la Policía, comisario José Díaz.
Un taxista fue herido durante un intento de asalto un día después del reclamo por seguridad
“Nuevamente un compañero fue asaltado y herido. Gracias a Dios pudo salvarse. Le dieron tres puntazos y recibió cortes en las manos y los brazos”, explicó Carlos Pizarro, titular del sindicato.
El representante gremial contó que el ataque se registró ayer, alrededor de las 6.30, en la esquina de Balcarce y Paraguay. El chofer, de apellido Íñigo, fue abordado por un joven que con un objeto punzante le ocasionó heridas que requirieron curaciones y sutura, aunque no revistieron gravedad. El taxista se trasladó por sus propios medios hasta el Centro de Salud, donde fue asistido y posteriormente le dieron el alta.
El Gobierno acordó brindar más seguridad a taxistas
“Todos los días hay asaltos, esto no da para más. Queremos que la Policía tome los recaudos para evitar más muertes”, dijo Pizarro. Según trascendió, algunos de los peones de taxi asaltados durante los últimos meses participarán del encuentro de mañana para exponer sus casos.
El gremialista adelantó a LA GACETA que tiene en carpeta algunos pedidos puntuales: uno tiene que ver, según indicó, con el “bache que se produce cuando los policías de parada cambian de turno”. Para Pizarro, en esos momentos se producen “zonas liberadas”.
“Deben analizar la posibilidad de modificar su sistema de relevos: a la hora de los cambios de guardias no queda nadie. Eso es lo que vemos nosotros”, opinó.
Uno de los puntos que más preocupación causa en los choferes tiene que ver con el ingreso, sobre todo en la noche, a algunos sectores considerados peligrosos. “No pedimos un policía por taxi, somos conscientes de que eso es imposible; pero sí acompañamiento en las ‘zonas rojas’. La seguridad no es sólo para el conductor, es también para el pasajero”, concluyó.